El pasado lunes, decenas de trabajadores de hogares infantiles protestaron frente a la sede del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en la ciudad de Popayán. Es el capítulo más reciente, no el último, de una historia de encuentros, desencuentros y más sinsabores que otra cosa, entre las personas que tienen a cargo el cuidado y la educación de millones de niños en Colombia y el Gobierno. Esta vez los representantes de los hogares infantiles manifestaron su indignación con el ICBF por el presupuesto asignado para su funcionamiento. Como siempre, el incremento económico que el gobierno asignó para los hogares infantiles no es suficiente para funcionar ni para cumplir las exigencias del ICBF. “El Icbf, exige las garantías para el bienestar de los niños, pero los presupuestos que asignan no alcanzan, los recursos son muy pocos para poder cumplir con las metas establecidas y lograr el éxito de los procesos infantiles, el instituto debe tener en cuenta que se está hablando de la formación de los niños quienes son el futuro de Colombia”, resumió con mucha claridad la representante de uno de los hogares infantiles presentes.
Aparte de todas las miserias presupuestales para a tender a los pequeños, ahora se muestran también en desacuerdo con plataforma BETTO, una herramienta virtual que decide el personal que va a operar a una región. Los hogares piden que los dejen seguir trabajando con las asociaciones de padres de familia, con las que han trabajado por más de cuarenta años, vigilando y haciendo transparencia en los procesos evitando la corrupción. Dan el ejemplo del municipio caucano de El Bordo, done diez padres de familia quedaron sin contratación a causa de esta plataforma.
La elección de los operadores del ICBF históricamente ha causado polémica, pues en años anteriores se han evidenciado casos en los que los contratistas no prestan buen servicio a la niñez, irregularidades en la entrega de alimentos y otros inconvenientes relacionados con la contratación.
En esta oportunidad, la selección se realizó por medio de la plataforma Betto, la cual fue lanzada el año pasado y busca que la contratación se haga por méritos. En últimas lo que temen los hogares es que con la nueva herramienta se eliminen las asociaciones de padres para entregárselas a unos terceros. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar dio a conocer la selección de los nuevos operadores que serán los encargados de prestar los servicios de primera infancia en el país. En total serán 1.153 contratos los que serán firmados y los cuales funcionarán en los 1.103 municipios del país. Se recibieron 11.845 solicitudes de operadores interesados en la contratación. “Con la selección que hizo Betto buscamos garantizar la protección, el bienestar y garantía de los derechos de la niñez. Este proceso permitió escoger a los mejores operadores en la contratación de los servicios, con diversidad de oferentes y sin concentración de contratos”. Se trata de un asunto de especial interés nacional, si se tiene en cuenta que estos nuevos contratos serán los responsables de prestar los servicios de educación inicial y de alimentación a los 1,7 millones de niños de entre 0 y 5 años que atiende la entidad. Según la entidad, se espera que con el nuevo método de selección sea posible no solo reducir esas irregularidades, sino realizar una vigilancia efectiva a cada uno de los contratistas y la ejecución de los servicios. Si esta plataforma ayuda a mejorar el servicio y a disminuir la corrupción deber ser bienvenida, pues en últimas los beneficiados serán los pequeños.
Polémica por plataforma virtual en el ICBF

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