El sábado 27 de febrero, la Policía Nacional inmovilizó una tractomula que escondía clorhidrato de cocaína que provendría del Tambo Cauca.
Según las investigaciones, el vehículo recorrió la ruta del Sur hacia el centro del país, haciendo una primera parada en Popayán (Cauca) donde fue descargado por completo el tanque que almacenaba gasolina, y siguió su camino hacia la zona industrial de Bogotá.
Policías de la Dijin que le seguían la pista al tracto camión, lo inmovilizaron en vista de las sospechas que tenían de él y en las primeras inspecciones evidenciaron que el tanque ocultaba algo por detección de un canino, porque en apariencia parecía estar vacío pero su peso era mayor.
La tractomulá fue trasladada a las sala de automotores de la Policía Nacional y con el apoyo del Cuerpo Oficial de Bomberos y maquinaria especializada, se perforó el tanque metálico y fue descubierta una sofisticada caleta neumática, que abría a presión. En su interior se escondían 877 paquetes de clorhidrato de cocaína.
El peso de la mercancía superaba los 900 kilos y cada bloque estaba envuelto con láminas de aluminio, látex, grasa, vaselina, plásticos y cinta aislante, con el fin de impermeabilizar la droga, evitar que fuera detectada por escáner u olfateada por los caninos en algún control antinarcóticos.
Se pudo establecer que el alijo sería llevado a una bodega en la zona industrial de Bogotá, para enviarlo posteriormente a Barranquilla (Atlántico), donde lo embarcarían hacia la zona de Costa Rica centro América.
Todas las evidencias conducen a determinar que los 877 kilos de cocaína pertenecerían al Carteles Mexicanos y valle del cauca, debido a la ruta utilizada y la marquilla encontrada en los paquetes RR y MM.