Indignación. Familiares de una adulta mayor de 80 años estaban felices y todo porque después de un año de pandemia de COVID-19, la mujer iba a ser vacunada. Ella cumplió muy puntual a la cita, sin pensar que este procedimiento iba a desencadenar un escándalo en Santander y Colombia.
En las imágenes se puede ver cuando la mujer aparece sentada en un consultorio del instituto Fosunab en Floridablanca, y la enfermedad cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad hace la aplicación.
“Dóbleme el bracito así. Eso, descansadito”, dice la enfermera que introduce la jeringa sin ningún contenido.
La mujer retira la jeringa y se va de allí, mientras que otra trabajadora le da indicaciones a la adulta mayor para que pueda reclamar el carné de vacunación.
“El 8 de abril la esperamos acá de todas maneras …Esperamos en la salita 15 minuticos, y el carné se lo va a entregar a los muchachos que están allá vestidos de blanco”, aseguró la otra enfermera.
Aura Quintero, nieta de la mujer, se percató de lo que pasó: «No. Pero sí no la han vacunado… solo la puyó, pero no sé qué pasó».
Al ver el reclamo, la enfermera regresa con otra jeringa que sí contiene lo que sería la dosis de la vacuna de Sinovac, y vuelve a inyectar a la mujer.
“Ay, es que se me… salió”, respondió la enfermera, cuando le preguntaron qué había pasado.